Cestería, un arte de vivir

Cestería, un arte de vivir

22/10/2025 - Elio Puñal es un trotamundos, bolivarense nacido en Berazategui, vivió en Estados Unidos donde redescubrió oficios y saberes. Regresó, se enfermó, y halló en la artesanía ancestral una forma de enfrentarse a la realidad. Hoy lo tiene como un hobby, suele dar clases, comercializa su producción y nos enriquece con su historia.

Elio Puñal es hijo de bolivarenses, pero nacido en el conurbano bonaerense, en Berazategui. Hoy es un referente exclusivo en el trabajo artesanal del mimbre, un tema que lo toma por completo, del que puede hablar horas explicando técnicas y formas de manejarse con la materia prima, maleabilidad de materiales nobles, selección y tratamiento de los mismos.

Puñal nació en un hogar de trabajo, desde muy joven tuvo que trabajar, haciéndolo en la ciudad de Buenos Aires en la cadena de tiendas Cacharel; entretanto terminaba la secundaria en la escuela nocturna. Al poco tiempo, impulsado por los vaivenes de la política y la economía del país, decidió seguir a un hermano que vivía en Estados Unidos. Allí, en Massachusetts, de inmediato comenzó a trabajar en una fábrica en horario nocturno, estudiaba el idioma por la mañana, y alternaba con otras labores temporales.

Un par de años más tarde se mudó a Detroit, Michigan, siempre en el país del norte. Allí comenzó a trabajar, se dio la casualidad en que una mujer se mudara junto a la casa en que vivía su madre, en Berazategui, y conversando descubrieron que ambas tenían a sus hijos en la misma ciudad norteamericana. Allí Elio y la hija de la señora se contactaron, y su vida dio un enorme vuelco, ya que comenzó un vínculo laboral con esa familia por años. Su trabajo consistía en decorar casas para exponerlas a la venta para el grupo de desarrollo inmobiliario; su participación comenzó a crecer, “me empezó a ir muy bien, cada vez con más responsabilidades, ganando mejor, viajando a distintas ciudades a hacer lo mío, teniendo más autonomía”. Tiempo en que Argentina entraba en la crisis del 2001, Puñal pudo hacer frente al crédito hipotecario de su casa familiar, pudiéndola pagar en meses.

Por distintas circunstancias laborales, como la denominada burbuja inmobiliaria que causó una enorme crisis en EEUU, Puñal decidió volver al país. “El primer día de llegado acompañé a mi cuñado a su trabajo en el puerto, yo me había traído algunos productos para vender. Para la tardecita había vendido todo, y cuando estábamos en la oficina llega uno de los jefes, se puso a charlar, me preguntó qué hacía, le conté que recién había llegado. El hombre me preguntó si me animaba a contestar unos correos electrónicos en inglés, obvio, lo hice de inmediato, y ahí conseguí mi nuevo puesto en el puerto”. Allí comenzaron a pasar los meses, siempre tratando de aprender el movimiento de las actividades, hasta que le ofrecieron la posibilidad de rendir el examen para ser Inspector Internacional de Contenedores, una tarea que lo posicionó de manera preferente.

Hasta que un día llegó una de las malas. El cáncer había tocado su puerta, enfrentó la situación, pasó por ella, se curó. Pero en los días difíciles “no me paraba la cabeza, buscaba algo para hacer, hasta que hallé la escuela de mimbrería”, algo que transformó su vida. La formación tuvo una duración de tres años, tenía tiempo y motivación para buscar mucha información, todo lo que fortaleció su formación y el carácter. Y allí aparece la pasión del hombre que después tuvo que definir un nuevo lugar para vivir, y fue Bolívar, la tierra de sus padres.

Puñal explica el proceso desde la base, “uno debe elegir una vara que sea tratada correctamente. La mejores que usamos son de Chile, pero por cuestiones de precios ya no la estamos usando. Para un correcto uso, primero se las corta, luego las hierven, y luego nos llega la distribución”, seleccionando las compras para determinado tipo de usos, y posteriormente, ya en destino, él debe realizar una nueva elección, una a una, dependiendo del destino que les dará. Y, como si no alcanzara, cada sobrante tiene una recirculación en el proceso artesanal, sea para acabados, estructuras o terminaciones específicas. Para devolver la plasticidad original, y hacer posible el trabajo manual, el artesano sumerge en agua cada selección antes del trabajo.

Señala que es una actividad “de la que no quedamos muchos, yo conozco solamente a dos profesores. Acá hay que tener mucha sensibilidad, podés tener todas las técnicas, pero es el tacto lo que te va marcando la maleabilidad y las posibilidades del material”.

En su búsqueda de la mejor elaboración, ha elegido trabajar con un mimbre que viene del Tigre, el cual puede ser procesado en origen, como también un trabajo manual que debe realizar él para la búsqueda de un producto que “puede durar décadas, salvo que lo agarre el fuego o la polilla”. También desaconseja “el uso de barniz no se observa bien la labor artesanal, porque si es un buen trabajo -que debe ser fiscalizado en una feria- tiene que tener su estética, como puede ser vara partida, montante, tejido corto, el plano, como también los distintos tipos de trenzas que usamos para el acabado”. De hecho, para su reconocimiento, en 2016 ganó el primer premio en diseño, “algo que generalmente recae en otras especialidades, como puede ser la platería”, a lo que vuelve a agregar contenido al arte, como “es el trabajo de diseño, que puede ser con molde -como una lámpara- o a mano alzada”.

Puñal ha generado talleres a través de la Municipalidad, algunos en forma particular, pensando en armar uno antes del verano; “siempre han venido mujeres a hacerlos, aunque es ideal para hombres, porque hay momentos en que la fuerza es importante para lograr lo buscado”. Su trabajo se puede visualizar en vivo todos los domingos a la tarde en el parque Las Acollaradas, se puede adquirir en algunas mueblerías locales y otras del AMBA. Lo que más se comercializa “dependerá del momento del año, pueden ser canastas, materas, cortinas de junco, cestos de ropa, leñeros, maceteros”, y sobre el fin de año, su fuerte son los tradicionales estrellas y árboles de Navidad, muy usados para colaborar con instituciones y/o uso hogareño.

 

Contacto: TE 2314 40-2297 | Facebook: Elio Rene

Compartí esta noticia

También te puede interesar: