Cuchillos artesanales con estilo propio

29/03/2022 - Gustavo Renna halló un nuevo oficio durante la pandemia. Hoy fabrica cuchillos clásicos y a pedido de los clientes, incluso adaptados para personas con movilidad reducida. Encontró en los viejos discos de sembradora el material más noble y duradero para darles forma y filo.
Gustavo Renna, se inició con la fabricación de cuchillos artesanales en los años de pandemia, aunque siempre le gustó inventar y crear objetos en forma artesanal. Contó que “de niño, hacia artesanías con todo lo que encontraba. En estos últimos años de pandemia, surgió de algo increíble, porque un vecino me trajo un pedazo de disco de sembradora para convertirlo en cuchillo. Así fue que se lo hice y, a la semana, me mostró el filo que tenía y decidí empezar en esto”, adelantó en la nota.
De un cuchillo que le había regalo su tía, empezó a sacar las plantillas para hacer las hojas. Más adelante, empezó a mandar los discos a Mar del Plata, a lo de su amigo (Hernán Yanuzzi) que con una máquina laser le cortó un montón de hojas para que comenzara a trabajar.
Pero lo más llamativo es que empezó haciendo un chulengo vertical a leña con un tambor de 200 litros y terminó creando cuchillos, “es una cosa increíble”, definió el propio Gustavo. “Como el vecino no tenía para hacer las divisiones del chulengo, el hijo le trajo unos discos para completar lo que faltaba, con eso empecé a crear cuchillos. Muchos llevaron al campo para trabajar en las carneadas y, de a poco, me empezaron a conocer”.
El disco de sembradora de arado se usa porque tiene la característica de acero - oro y “especialmente la marca Oncativo, de Córdoba, que es la que uso para hacer las hojas de los cuchillos. Si bien he probado otras marcas; pero no quedan con el mismo filo”, explicó Gustavo.
El proceso terminado incluye la vaina, que la hace gente amiga del propio Gustavo, como también el afilado final porque “es duro el material, por eso se logra un buen filo que dura más que otros cuchillos”.
Los mangos los fabrica con diferentes elementos; pero por sobre todas las cosas, usa cuernos de ciervo, que compra en Daireaux; porque acá no se consiguen, cuernos de vaca, maderas, monedas, remaches y demás materiales.

Además de la importancia de la práctica para la confección de un cuchillo, Gustavo también busca informarse e inmiscuirse cada vez más en este mundo para hacer mejores productos. “Si comparo el primer cuchillo que hice con los últimos, son muy distintos, gracias a la práctica y a consejos de gente amiga he logrado una diferencia abismal y mejores modelos”.
Si alguien quiere un cuchillo con determinadas características, Gustavo también se adapta al gusto del cliente: “Tengo diferentes modelos clásicos con los que trabajo; pero todo molde que entre en el disco de sembradora se puede hacer. He hecho para desguazar pollos, mucha gente me pide para carnicerías, para despostar; pero ahí hay que usar cuchillos con cabos blancos y de otro material, pero en realidad, el filo de estos cuchillos con hoja de disco de sembradora es superior a los otros. El filo es muy duradero, mucho más que una cuchilla comprada y, además, se puede volver a afilar”.
Gustavo no sólo confecciona cuchillos clásicos sino también algunos especiales. Tal es el caso de un cuchillo tenedor para aquellas personas que sólo pueden mover un brazo y sirve para cortar y servir. Tomó el modelo de un amigo que había tenido un ACV. “De este tipo, he regalo y vendido muchísimos”, dijo.
También están los cuchillos tradicionales de diferentes medidas y con distintos cabos, en lugar de arandelas utiliza monedas de dos pesos o remaches de bronce. “Hay un cuchillo que tiene el mango con una madera de una máquina de coser que era de mi bisabuela y que es muy linda para trabajar. También hay un modelo de cuchillo para pescadores, con un cabo trenzado de soga, ya que si se moja no se estropea. Lo hice hace casi siete meses y todavía perdura su filo y brillo como desde el primer día”.
La materia prima principal se consigue, ya que las máquinas sembradoras, tienen cerca de 40 discos y cuando ya se nota que el disco no hace su trabajo en forma normal, son reemplazados. “Muchas veces lo dejan tirados y los compran los que funden fierro o chatarreros y es ahí donde se pueden conseguir”. Para hacer un mejor aprovechamiento de los discos, toma los moldes de las hojas más grandes primero, y luego, las más chicas; así optimiza casi todo el disco. Sí bien hay muchas marcas de discos, Gustavo prefiere trabajar con la marca Oncativo porque “es la que mejor resultado me da, tanto por mi experiencia como por la del afilador, que nota cuando le llevo cuchillos hechos con otra marca”.

La misma persona que le afila los cuchillos es la que se encarga de la cuestión de talabartería, haciendo las vainas, también en forma artesanal. Todo lo que es la confección del cuchillo, tamaño, forma, mango y demás, es inventiva de su propio creador.
Con respecto al tiempo que tarda todo el proceso para hacer un cuchillo, Gustavo detalló que “primero empiezo con el corte del molde sobre el disco de la sembradora y a partir de ahí, inició el trabajo. El tiempo estimado es un día o un día y medio para dejarlo terminado. A veces hago de a tres juntos, como si fuera en serie, le hago la hoja, el mango como para aprovechar más el tiempo”.
En las hojas de los cuchillos está estampada la marca G.R (Gustavo Renna), en algunos está grabada y en otros está realizada con láser.
Si bien Gustavo, comenzó con este emprendimiento en plena pandemia y a pesar que no es su trabajo principal, ha logrado generar un recurso más para su economía, inclusive vendiendo sus productos fuera de Argentina. “Envié un juego de cuchillo y tenedor a un chico que está en Málaga, España. También he vendido a Neuquén, Gualeguaychú, Pigué. Inclusive, el año pasado, estuve en la expo comercial que se realizó en el Sociedad Rural, algo que creía inalcanzable y realmente logré muy buenas ventas. Un coleccionista, me compró varios y además me dio varios consejos que los voy a volcar a mis producciones. También, conocí una persona de Mar del Plata que me invitó a ir y darme un espacio en el Centro Cívico para exponer allá, tres horas por día”.
Gustavo sostuvo que para muchos el cuchillo “es una herramienta de trabajo. La gente de campo no lleva un cuchillo en la cintura como un adorno, sino que es su herramienta de trabajo. Si lo tienen que usar, como me han dicho, para cortar algo y no tiene filo, no sirve de mucho. Por eso que tampoco va en la forma del cabo o en otras características, sino en la hoja y su filo. La gente busca la resistencia que tiene la hoja y su filo, que es lo más importante”.
Contacto: 2314 465908, o redes sociales “GR cuchillería”.