El hombre referí

El hombre referí

17/01/2022 - Dirigir el fútbol y el propio camino de vida, con honestidad como premisa caracterizan a Maximiliano Castelli. “No pierdo de vista que mucho más importante que ser buen árbitro es ser buena persona” dice el árbitro de la AFA.

Maximiliano Castelli es árbitro profesional de la Asociación del Fútbol Argentino y vicepresidente de la Agrupación de Árbitros de Bolívar. Él prefiere definirse como una persona “que se ha esforzado, trabajado mucho, que siempre tuvo objetivos cortos y claros. Me he enfocado en no perder de vista las cuestiones a las que quería llegar y en trabajar constantemente para siempre dar pasos firmes y hacia adelante”.  

 

Nació en La Plata, tiene ascendencia bolivarense por su padre y también tiene “gran parte” de su vida armada en Bolívar. En la actualidad, por circunstancias familiares y personales, vive en la zona sur del conurbano bonaerense pero sus ganas de radicarse en esta ciudad son tan grandes que el plan para un corto plazo de Maxi, su compañera Verónica y su hijo Benicio es ser bolivarenses por adopción.

Desde los 12 años iba a jugar al fútbol, pero a él le interesaba dirigir. “El profesor de la escuela a la que iba nos ponía como parte del trabajo que hacíamos que uno de los que quedaba afuera de los equipos, tenía que dirigir y los demás tenían que aprender a respetar las normas y también aprender a respetar al que estaba tomando las decisiones. Ahí empecé a notar que eso me gustaba mucho, empecé a darme cuenta de esa vocación y al año siguiente empecé a ir a las clases de fútbol ajenas a las mías para dirigir”.

A los 14 hizo su primer intento de inscribirse para hacer el curso de árbitro pero no se lo permitieron por su corta edad. Insistió a los 15 y a los 16, “por cansancio y con el consentimiento de mis padres, lo pude hacer”. A los 18 años estaba recibido e intentó hacer el ingreso a AFA pero le fue esquivo en dos oportunidades. “En la tercera terminé logrando el objetivo de ingresar con 19 años al plantel de la AFA. De ahí en adelante seguí en carrera”.

Tras su ingreso a AFA hizo su primer contrato por un año como prestador de servicio, en la actualidad el arbitraje mejoró y son considerados empleados de la Asociación. Las categorías infantiles fueron en las que Maxi inició su camino como árbitro profesional, también dirigía juveniles de la C y de la D, de novena a séptima división de los equipos que militaban en esas categorías. Con el paso del tiempo, al sumar experiencia, avanzó a juveniles de la B metropolitana, de la B nacional hasta llegar a juveniles de Primera División. A su vez, como árbitro asistente, comenzó en las categorías amateurs desde la Primera D y el fútbol femenino, hasta llegar a Primera que es donde hoy se desempeña.

Sobre el camino para lograr dirigir en la máxima categoría del fútbol argentino, Maxi sostuvo que hace 14 años que es contratado por la AFA y “es mucho el tiempo que lleva porque es una pirámide que va haciéndose desde lo macro a lo micro y a Primera División no todos llegan. Nosotros vamos teniendo asesores arbitrales o veedores que miran cada partido en donde nos toca estar, nos califican y de esa manera se va ascendiendo”.

Un 17 de diciembre de 2016, en el estadio de Sarmiento de Junín, el árbitro tuvo su primer partido en Primera en el que el local enfrentó a Aldosivi de Mar del Plata. “Fue muy emocionante ver esa designación. Mi primer partido de ese año fue mi debut en la Primera Nacional, comúnmente llamada B Nacional, en la primera fecha del torneo y no lo esperaba, me tomó absolutamente por sorpresa. De ahí en adelante empecé a jugar con más continuidad en esa categoría y ya vislumbraba que podía tener mi primer partido en Primera que se coronó en la última fecha de ese año”.

Desde 2017 es asignado para dirigir en partidos de mayor relevancia en la Primera Nacional y algunos en la Primera División. “En 2021 tuve los mejores partidos en Primera División dirigiendo, menos a Independiente, a todos los equipos grandes. En el torneo que pasó tuve la oportunidad de estar en tres ocasiones en el estadio Monumental, dos veces en el estadio de Boca, dos en el de Racing y una en el de San Lorenzo”.

Por otro lado, el joven que tuvo su paso por una escuela de periodismo y también experiencia como docente, dio en Bolívar tres cursos de árbitro en los años 2015, 2016 y 2018, de los cuales egresaron 48 réferis. Uno de ellos, Lucas Burgos, está próximo a ingresar a AFA. “El año pasado hizo todo lo que tenía que ver con la previa, hizo el curso, dirigió algunos partidos como pasante y eso para mí es la concreción, me llena de orgullo”, refirió Maxi que tiene como idea volver a dar la capacitación este año en Bolívar y próximamente dará más detalles para difundir sobre la inscripción.

“Disfruto mucho, amo lo que hago y soy feliz cada vez que me toca entrar a un campo de juego pero también soy consciente que es una profesión absolutamente ingrata y todo se puede caer en un partido. Nosotros trabajamos para combatir el error, pero no siempre lo logramos y un partido puede cambiar la historia arbitral, en nuestra profesión los pergaminos y la historia no existen”, expuso. Y agregó que “la designación es el primer paso del disfrute pero nuestro destino se define después de los 90 minutos, de nada sirve tener la designación si después no tenés éxito en el desarrollo del juego porque el error nos condena y probablemente se haga cuesta arriba mantenerte en los partidos. Todos los fines de semana rendimos un examen que nos da la posibilidad de tener 90 minutos más para continuar en esta carrera, partido a partido nos vamos ganando la designación de la semana que viene”.

En otro momento de la entrevista Maxi analizó el rol de la mujer en el fútbol y opinó que “el mundo la ha aceptado, en la copa UEFA, la copa de las Confederaciones y en la Libertadores hay mujeres dirigiendo. El fútbol y el arbitraje ha crecido muchísimo, me da la impresión que en Argentina no estamos preparados para que la mujer esté al frente de un partido de fútbol no porque no estén capacitadas, trabajan igual o más que nosotros, pero creo que como sociedad deportiva el fútbol argentino es muy difícil y juzgaríamos un error de una mujer solo porque sea mujer”.

Lo que respecta al futuro, los árbitros de AFA deberán presentarse el 10 de enero a la pretemporada que realizan todos los años. En 2022 la sede será el predio de la AFA ya que la instrucción estará enfocada en el VAR y las cabinas que serán instaladas allí. Desde la organización del fútbol argentino se piensa, a partir de febrero de este año cuando comience el torneo, utilizar la tecnología del VAR en todos los partidos de Primera División.

“En las pretemporadas trabajamos todos los tópicos, nos muestran imágenes, situaciones y jugadas para debatir con el pos de mejorar el arbitraje en su conjunto. Obviamente también nos enfocamos en la puesta a punto desde lo físico. En este caso puntual seguramente el VAR sea uno de los puntos principales, teniendo en cuenta que está a punto de instalarse en nuestro país, nosotros ya venimos trabajando en el tema”, manifestó.

 

Bien parado o en la lona, hay que ser buena persona

“Cuando empecé soñaba con entrar a AFA, cuando entré a AFA realmente me sentía completo, sentí que había cumplido el objetivo que me había trazado y tuve como siguiente objetivo poder crecer como árbitro central dentro de un partido pero tuve algunas objeciones por lo físico. Soñaba con jugar en Primea División, lo logré, después soñaba con dirigir a los equipos más grandes de la Argentina, lo logré y lo más importante de todos los logros es saber que uno no le debe nada a nadie, que se ha sacrificado y que puede dejar un mensaje de que hay distintos caminos, pero sin dudas el esfuerzo, el mérito y hacer las cosas como corresponde, es la mejor forma de gratificarte cuando los logros llegan.

Sentir la emoción de ser designado por todo esto es lo que me llena mucho más que cualquier partido que haya podido dirigir. Abrazar a mi hijo, a mi señora, disfrutar el saber que uno trabajó mucho para llegar a un lugar y lo logró, es el premio más grande. Por supuesto que siempre uno quiere proyectarse a más y sueño con jugar clásicos de los equipos grandes o salir a nivel internacional, pero hay que tener los pies sobre la tierra, ser agradecido y la mejor forma de mirar hacia adelante es mirar hacia atrás”.

En 2013 Maxi fue elegido entre más de 700 árbitros como el mejor compañero de todas las categorías arbitrales y considera que ese fue el premio más grande que le dio su profesión. “En algún momento dejaré de ser árbitro pero prefiero pensar que los valores son más importantes, los principios son los que valen, que la honestidad está por sobre todas las cosas y el día de mañana me gustaría que se me recuerde como una buena persona más que como un buen árbitro. Ser árbitro es una circunstancia, lo disfruto mucho, pero no pierdo de vista que mucho más importante que ser buen árbitro es ser buena persona”, concluyó el ya experimentado profesional.

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