El moho en la cocina: un enemigo invisible que podemos controlar

18/09/2025 - Aunque suele pasar desapercibido, el moho está presente en muchos rincones de la cocina. Su crecimiento puede afectar la salud y la seguridad alimentaria, pero con prevención y hábitos de higiene es posible mantenerlo bajo control.
El moho es parte natural del ambiente: sus esporas flotan en el aire y se instalan en cualquier superficie que ofrezca humedad y restos de alimentos. En la cocina, este escenario es frecuente debido al vapor, los derrames y la presencia constante de comida fresca.
Más allá del aspecto desagradable, su proliferación puede tener consecuencias. En personas sensibles, la exposición prolongada a ciertos hongos agrava cuadros de asma, provoca reacciones alérgicas e incluso, en casos poco comunes, genera intoxicaciones por micotoxinas.
La resistencia del moho
Un dato llamativo es que algunas especies soportan detergentes comunes y altas temperaturas, lo que exige medidas adicionales. Expertos en seguridad alimentaria recomiendan ventilar la cocina a diario, reparar filtraciones y limpiar no solo lo visible: también juntas de electrodomésticos, rincones del frigorífico y cajones de verduras.
Los utensilios en la mira
Las tablas de cortar con cortes profundos son un caldo de cultivo ideal para hongos y bacterias. En estos casos, conviene reemplazarlas con regularidad, especialmente si son de madera. Las esponjas y paños de cocina también son aliados invisibles del moho: deben secarse bien y cambiarse cada pocas semanas.
La clave: prevención
Eliminar el moho por completo es imposible, pero sí se puede reducir su impacto. Mantener baja la humedad, limpiar de forma frecuente y ventilar los espacios son pasos simples que garantizan una cocina más segura. En palabras de los especialistas: “Donde hay humedad, hay moho; la clave es controlar ese ambiente”.