El secretario de la democracia

El secretario de la democracia

05/11/2025 - Marcelo Valdez, se acercó al ámbito del Concejo Deliberante, sin saber que sería un eslabón importante en ese órgano deliberativo. Primero, estuvo sentado en la mesa de periodistas para cubrir las sesiones y luego, en una trayectoria mucho más amplia en cuanto a tiempo, pasó a ocupar el lugar de secretario del Honorable Concejo Deliberante.

Marcelo “Chamaco” Valdez, empezó a conocer de cerca el recinto del HCD, en los albores de la democracia cumpliendo su trabajo de periodista. “Trabajaba en la Revista Realidad y luego, mucho más tiempo, en el diario La Mañana realizando la cobertura de las sesiones del concejo. Cuando se va Sergio Natiello, que era el pro secretario del Concejo Deliberante, siendo Juan Emilio Colombo el presidente del cuerpo, llaman a concurso para cubrir esa vacante. Teniendo en cuenta que yo transcribía las sesiones, algo que era básico para esa función, me presenté y quedé en el cargo”, contó sobre su llegada al HCD.

Como trabajador de prensa, Marcelo estuvo del año 1984 al año 1989. Ya en el mes de diciembre de 1989, asume como pro secretario en el Concejo Deliberante, con la presidencia del cuerpo de Juan Emilio Colombo y la secretaria política de Alfredo Acuse.

A “Chamaco”, como lo conoce todo el mundo, siempre le interesó el tema del Concejo Deliberante: “yo como periodista no iba enojado a cubrir las sesiones, me encantaba el tema del debate. Las coberturas del diario La Mañana eran muy objetivas porque lo que hacía era casi el acta de la sesión, ponía en papel lo que decía cada concejal y nunca había opinión ni editorial de mi parte. Siempre fui imparcial, ayudé o asesoré a todos por igual”, destacó. 

Como secretario del concejo, Marcelo estuvo 36 años y vio pasar por las bancas más de 450 concejales. “Franco (Canepare) se tomó el trabajo de hacer cuenta y pasaron más de 450 ediles durante mi tiempo como secretario y 10 presidentes del cuerpo”.

En cuanto al trabajo, la tecnología ha estado de su lado. “Hoy, todos los avances que se han sumado, me han dado una gran mano. Antes, la transcripción era a la vieja usanza, unos grabadores enormes con casette, que a veces se comía la cinta, lo que generaba un disgusto grande y ahora, por suerte, todas las sesiones se graban, además de que se pueden ver en vivo. Tienen la generación de subtítulos automáticamente y es un adelanto enorme. Si bien, la sesión de cuatro horas, la tenés que escuchar igual porque los subtítulos no son perfectos; pero avanzas muchísimo, de hecho, se tarda una semana menos en hacer la transcripción de una sesión completa”.

Siguiendo con la importancia de los avances de la tecnología, hay algo que ha logrado el concejo de Bolívar y tiene mucho que ver el secretario saliente, que es la digitalización de las actas de las sesiones. Sobre el tema, “Chamaco” dijo que “es algo que me genera mucho orgullo porque cuando yo entré, para buscar algo era muy complicado o laborioso porque había que fijarse en cada bibliorato y, a veces, la información se requiera en forma rápida. Fue así que le pedí a Alfredo Acuse que me compre un libro de programación y me armé una base de datos que me llevó tres años hasta que empardé los números de expedientes que entraban con los que estaban. Hoy en día, queda una base de datos del año 1983 a la fecha con todos los expedientes ingresados, su destino, su giro a comisión, si fue aprobado por mayoría o minoría y todo se puede buscar fácilmente”.

Otras de las cosas que le generan mucho orgullo a Marcelo Valdez es el dejar digitalizado todas las ordenanzas y actas del concejo, con su copia de seguridad en la nube y publicadas en la página del H.C.D. “A instancias de un proyecto de la Libertad Avanza que quería que se incluyera en la página las resoluciones, comunicaciones y decretos, también se logró hacerlo desde el año 2020 al 2025 y habrá que seguir con lo falta. Mi mayor deseo siempre es que no haya papel, hoy no es posible; pero en pandemia, funcionamos dos años porque estaba todo subido a la nube, mientras que otros Concejos tuvieron que tomarse su tiempo para digitalizar”.

En el trabajo de secretario del concejo “nunca te aburrís”, dijo Marcelo y agregó que “si bien hay picos de trabajo, siempre hay muchas cosas por hacer”.

Unas de las virtudes de Marcelo es que siempre trató de ayudar a todos los que requerían información del concejo, sean concejales o particulares, y nunca perdiendo de vista la objetividad. “Siempre me gustó ayudar a todos y compartir lo que pude aprender durante tantos años en esta función. También, hay algo que me reconforta y es que mi carrera administrativa fue, no avalada por un presidente del cuerpo, sino que cada ascenso de categoría o cuando llegué a secretario, siempre fue por decisión del presidente con acuerdo con todos los presidentes de bloques, es decir, que todos avalaron y esto tiene que ver, me parece, con premiar mi imparcialidad”, reconoció.

Sobre cuanto ayuda tener un secretario político al lado, Marcelo recordó que, en su momento, el radicalismo, para ahorrar en ese cargo, “puso a un concejal en esa función”. Y un secretario político “te ayuda mucho y con Leo (Berdesegar) tenemos bien delimitadas nuestras funciones y hemos funcionado muy bien como equipo”, destacó.

Sobre lo que se lleva del concejo después de 36 años, Marcelo esgrimió entre risas “la vida”. Luego, con un dejo de tristeza, reconoció que “son sensaciones muy encontradas. Yo quería irme porque mi ciclo había terminado. La jubilación tardó eternamente, dos años y seis meses esperándola y cuando te llega, te genera esto. De hecho, la última noche antes de venir a trabajar mi último día, casi ni dormí porque me venía a la mente un montón de recuerdos y estaba muy movilizado por eso. Adoro el Concejo Deliberante, para mí es el órgano democrático por excelencia y siempre decía que colaborar con los concejales era colaborar con los representantes directos del pueblo y fue un orgullo haberlo hecho. Me voy muy bien y conmigo, han tenido reconocimientos hasta exagerados y con muchos elogios”.

Pensando en lo que viene, con la jubilación bajo el brazo, Marcelo contó que “tengo dos nietas y las voy a poder visitar más seguido, también mis hijos están en otras ciudades y voy a poder ir. Además, quiero tratar de dedicarme a lo que me apasiona que es el teatro, estoy como docente en el Instituto 27, me gustaría volver a actuar y poder ir más seguido a ver a San Lorenzo”, mencionó entre risas para finalizar.

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