Escribir para sanar y transformar el dolor

22/10/2025 - Anabella Zentrigen presentó ‘Mi mamá tiene un hueco en su corazón’, su quinto libro álbum que trata la salud mental desde la visión de una niña.
Por Melina Gómez
Anabella Zentrigen es profesora de literatura, artista plástica e ilustradora y publicó hasta el momento cinco libros álbum. “Están compuesto por textos breves e ilustraciones. Ambos lenguajes se complementan, es decir, que lo que no dice el texto lo dice la imagen y la imagen complementa el sentido del texto”, definió en la presentación de ‘Mi mamá tiene un hueco en su corazón’ que escribió este año. Anteriormente, publicó 'Nuestra Familia’ (2023) y el año pasado, 'Maternar', 'Animalia' y 'Ser invisible'.
Su última producción se trata de una historia autorreferencial que tiene como personaje a una niña. “Habla sobre mi mamá. Mi mamá es depresiva desde que yo era chiquita, tenía ocho años aproximadamente cuando ella fue diagnosticada. Este libro es el reflejo de cómo lo viven, de cómo vivimos los hijos e hijas de madres con depresión”, explicó Ana.
“Si bien en el libro en ningún momento se nombra la palabra depresión, de manera sutil se da a entender. La historia es contada desde la perspectiva de una nena, la hija, que va haciendo una descripción de los estados anímicos de su madre y ahí vemos cómo la mamá se va apagando, cómo va perdiendo el brillo y su esencia inicial”, agregó.
La autora mencionó que haber podido escribir e ilustrar el libro, la ayudó a comprender la enfermedad de su mamá. “Me ayudó a entenderla a ella, a entender la complejidad de la enfermedad, entendí que cuando ella pasaba días y días en la cama, cuando en fechas importantes estallaba en un ataque de nervios o de llanto, no lo hacía para llamar la atención, lo hacía porque no estaba bien”.
Agrega Zentrigen que también comprendió “que cuando ella no me acompañaba a actividades escolares o de otra índole importante para una niña, ella no lo hacía de mala o de egoísta, en realidad no podía hacerlo, como tampoco podía darme un beso, un abrazo cuando más lo necesitaba, una charla, una mirada. Con este libro aprendí a no reprocharle nada. A no esperar que cambie, a no esperar la voluntad que tantas veces le pedimos y que nunca tuvo. Aprendí a aceptarla como ella es hoy en día, con su enfermedad. A acompañarla en sus peores momentos, a no enojarme tanto, a manejar las situaciones más dolorosas de la mejor manera posible y también aprendí a permitirme tomar distancia cuando la situación me lastima. Mi mamá nunca va a volver a ser la mamá que conocí cuando yo era apenas una niña y donde ella aún no tenía depresión, mamá que mis hermanas que son más chicas que yo no tuvieron la suerte de conocer. Aprendí a no reclamar más a esa mamá tan llena de vida y tan talentosa que conocí y de la cual heredé todo mi amor por el arte. Cosa que le agradezco muchísimo”.
“Estoy convencida de que el arte sana, que el arte cura y que el arte transforma. En este caso, este libro, ‘Mi mamá tiene un hueco en su corazón’ sanó gran parte de todo el dolor que yo tenía y transformó ese dolor en un nuevo camino”, completó.
La presentación del nuevo libro tuvo lugar en la Escuela Técnica de Bolívar el sábado 20 de septiembre. En la oportunidad, la escritora estuvo acompañada por la médica psiquiatra Carolina Ravassi, la licenciada en psicología María Emilia Mariani y la ex estudiante de la institución educativa, Delfina Palacio, que se encargó de leer el libro.
La intención fue convocar a la comunidad a “escuchar a las profesionales hablar sobre depresión y salud mental, que es tan importante”. Ana reconoció que “son temas que me costaban mucho hablar, nunca tuve la oportunidad de ir a una charla o hablar con gente que estuviese pasando por la misma situación. Es importante hablar sobre estos temas para entender y pedir ayuda para sobrellevarlo de la mejor manera”.
En primera instancia, la psicóloga María Emilia Mariani sostuvo que la publicación “nos toca porque es la mirada de una niña -a veces inocente, a veces aguda, siempre honesta- la que ilumina el mundo. En el centro, una madre atravesada por la depresión. Alrededor, una niña que observa”.
La profesional resaltó que esa mirada “no comprende del todo, pero siente profundamente. No nombra la tristeza con las palabras clínicas del mundo adulto, pero la percibe en los gestos, en los silencios, en lo que falta”. En el mismo sentido, indicó que “lo que conmueve no es solo el dolor de esa madre, sino cómo ese dolor se filtra en la infancia sin arrasarla del todo. Cómo una niña, desde su mundo aún en construcción, empieza a intuir que algo no está bien, y trata de encontrar sentido -o al menos consuelo- en medio de una presencia ausente”.
Más adelante, la psicóloga afirmó que “lo que hace de este libro algo más que un testimonio del sufrimiento, es la posibilidad de transmisión que allí se juega. Porque a pesar de la sombra, hubo algo que se entregó, que se transfirió, una huella, una marca, una semilla de deseo. Esa niña, que creció entre ausencias y preguntas sin respuestas, logró construir su propio camino, armar su familia, desear, amar. Y en ese vuelo -propio, singular, irrepetible- hay una forma de homenaje, pero también de libertad”.
Por su parte, la psiquiatra Carolina Ravassi definió que la obra, “toca una experiencia profundamente humana como es la depresión de una madre”. En cuanto a Ana, mencionó que “puso en palabras lo indecible, simbolizar lo que duele y al hacerlo, abrir un espacio de sentido compartido”. En tanto, el libro “invita a mirar con ternura y con verdad lo que pasa cuando una madre se apaga, cuando aparece la melancolía y también nos invita a comprender que una madre no deja de ser una persona con su historia, sus heridas y sus límites”.
Carolina expresó sobre salud mental que “no consiste en un equilibrio perfecto sino en poder hablar y hacer algo con el dolor sin anularlo. Eso es lo que Ana hizo con este libro, transformar en palabras lo vivido en un gesto sublimatorio que no solo la sostiene a ella sino que ofrece a otros un puente para comprender y acompañar”.
La psiquiatra destacó un pasaje del libro que dice: “mamá es hogar, es origen” y resaltó que “toca algo fundamental: las madres, los padres o cualquier persona que ocupe ese lugar, son esa primera referencia del mundo, el primer lugar de seguridad y sostén. Cuando una mamá se deprime o empieza a apagarse, ese lugar se tambalea y lo que debería ser continente protector, se vuelve frágil e incierto y eso deja huellas en los hijos”.
También, Ravassi marcó que “el vacío duele porque no es solo la ausencia física sino el desamparo de sentir que el hogar no está disponible”. Sobre la depresión, que engloba distintos cuadros, afirmó que “no borra por completo lo bueno ni anula la capacidad de vínculo, pero sí puede interrumpirla, ensombrecerla, volver inestable ese lugar de sostén” e invitó a reflexionar sobre reconocer el dolor, hablar de lo que cuesta y abrir la posibilidad de pedir ayuda ya que no es un signo de debilidad, sino una manera de volver a encontrar ese hogar simbólico donde se pueda descansar y recomenzar.
“Hablar de depresión no es hablar de fallas individuales sino de sufrimientos que se pueden tratar, de historias que pueden simbolizarse y compartirse y de la importancia de abrir espacios para poner palabras a lo que muchas veces queda silenciado”, sostuvo la profesional a modo de conclusión.
“La depresión no solo afecta a la persona que la atraviesa, también repercute en su familia, sus vínculos, la sociedad que muchas veces no logra comprender qué es un padecimiento psíquico que no siempre es visible. La depresión es una enfermedad de la energía vital y de la voluntad, no se trata de que la persona no quiera sino de que no puede. Su capacidad de iniciativa, de deseo, de empuje, está afectada por la enfermedad”, terminó.
‘Mi mamá tiene un hueco en su corazón’ está disponible a la venta, su valor es de $18.000 y se pueden solicitar a través de la cuenta de Instagram @anazent_ilustraciones. También, quienes así lo deseen, podrán adquirir las publicaciones anteriores de la escritora.


