La escucha profunda

11/08/2022 - En clave para mejorar las relaciones personales, desde el liderazgo a la familia.
La escucha profunda viene recuperando terreno en el campo de las interacciones personales. En definitiva, somos seres orales, transformados en los últimos centenios por la estructuración impuesta por la lectoescritura, y hoy, internet y redes sociales mediante, dinamitadas en múltiples apreciaciones.
El British Council y la BBC impulsaron su propio proyecto. Es que la escucha profunda impacta en resultados, tanto en personas, instituciones o empresas. El objetivo propuesto por los británicos es el de aprender habilidades vinculadas a la empatía, el silencio y la eliminación de juicios. Como resultado del trabajo con 150 personas, los testimonios indican que efectivamente, se escucha más, sin juzgar, dándose 20 segundos antes de interrumpir con una reacción a la respuesta, de manera de poder interpretar el mensaje del otro.
Al calor de la inmediatez, del tiempo, la emergencia, vamos dejando de lado la posibilidad de escuchar al otro. Saludamos con el latiguillo de “bien, y ¿vos?”. ¿Qué ocurre cuando querés contarle cómo estás?. La otra persona ya no está, o no está dispuesta a escuchar la respuesta; estamos en un mundo apurado. Y también nos lleva al mal hábito de la interpretación, la validación de la respuesta anticipada, pues no tenemos el momento de procesar la información, y de la mano suele venir la intolerancia respecto al otro.
BBC publicó la técnica de escucha profunda propuesta, la que “se utiliza para tratar conversaciones difíciles y asegurarse de que ambas partes sientan que son escuchadas. Implica ser genuinamente curioso acerca de la otra persona, con un gran deseo de entenderla. Se trata de conectarse con el otro como un individuo y generar confianza. Esto es lo que debes hacer para ponerla en práctica:
- “Pídele a tu interlocutor que explique su perspectiva y por qué tiene una opinión tan clara sobre ello. Escucha, sin interrumpir, dejando de lado juicios, contraargumentos y soluciones.
- “Resume el argumento central de lo que escuchaste y verifica que hayas entendido correctamente, incluidas las emociones y la textura de su historia. Esto no significa que tengas que estar de acuerdo.
- “Pregúntale si está de acuerdo con tu resumen. Si no, pídele que se explique más.
- “Continúa con este proceso hasta que el orador dé un rotundo "Sí". En este punto, es probable que escuche tu versión de la historia”.
Desde el mindfulness, y volviendo al rol de los liderazgos que deben aprender a escuchar (lo vemos a diario en los medios, nuestros líderes hablan para reafirmar, no para responder), propone tres estrategias para una puesta en práctica eficaz:
- Para empezar, la clave de la escucha profunda consiste en crear y mantener un espacio en el que la otra persona se sienta segura y respetada para hablar sin miedo a ser juzgada, que pueda expresarse desde un lugar de autenticidad y sintiendo que hay un interés verdadero en lo que está compartiendo.
- En segundo lugar, a este espacio traemos una presencia receptiva, una actitud de atención plena y de aceptación hacia todo lo que está ocurriendo en el momento: las palabras, el mensaje, lo que se dice, lo que no se dice, las emociones de la otra persona, las nuestras propias... Consiste en estar enteramente disponibles para la otra persona y abiertos a toda la experiencia.
- Por último, permitir el silencio es fundamental porque mantener el espacio es algo que se extiende también a los momentos de silencio. En lugar de intentar rellenarlos de cualquier manera, dejamos que lo que se ha dicho repose, así podemos conectar con el mensaje más profundo, con cómo resuena la experiencia de esa persona en nosotros, cómo reacciona nuestro cuerpo y qué emociones sentimos en ese momento.