La tormenta perfecta de la Pampa Húmeda

La tormenta perfecta de la Pampa Húmeda

24/10/2025 - La conjunción de problemas ambientales y humanos de la mano del cambio climático, la agricultura y el manejo de las aguas.

La naturaleza parece sorprendernos con distintos eventos. Lo que aparecía en lejanas noticias, hoy sucede en la vida real.

La Pampa Húmeda, columna vertebral de la economía argentina, enfrenta un cóctel explosivo de factores que intensifican las inundaciones. El cambio climático trae eventos de lluvia más extremos, mientras que la expansión agropecuaria y las obras de infraestructura alteran la capacidad natural del territorio para gestionar el agua. El resultado: paisajes inundados, cosechas perdidas, pueblos aislados y ecosistemas degradados.

 

1. Evidencia del cambio climático y patrones de lluvias:

Según información del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) muestran un incremento en la cantidad anual de precipitaciones en la Pampa Húmeda en las últimas décadas, especialmente desde los años 70.

Algunas zonas han registrado aumentos de hasta un 20-30% en sus promedios anuales de lluvia.

No solamente llueve más, sino que existen eventos extremos más frecuentes, tratándose de lluvias torrenciales (donde cae mucha agua en poco tiempo) de forma más habitual e intensos. Esto excede la capacidad de absorción natural del suelo y de los sistemas de drenaje.

Fenómenos como "El Niño" se han vuelto más erráticos y sus impactos más severos, exacerbando estos picos de precipitación.

 

2. El Rol del Avance de la Frontera Agrícola:

La rotación tradicional de cultivos y ganadería ha sido reemplazada en gran medida por monocultivos de soja y maíz. Estos cultivos, aunque rentables, tienen raíces menos profundas y dejan el suelo más expuesto tras la cosecha.

En el proceso, el uso de maquinaria pesada compacta el suelo, reduciendo su porosidad y capacidad de infiltración. El agua de lluvia escurre superficialmente en lugar de penetrar, aumentando el caudal de arroyos y ríos.

Para ganar superficie cultivable, se han drenado y transformado pastizales naturales y pequeños humedales. Estos ecosistemas actuaban como "esponjas", reteniendo grandes volúmenes de agua y liberándolos lentamente. Su eliminación acelera el escurrimiento.

La expansión agrícola a menudo llega hasta los bordes de los cursos de agua, o incluso sobre ellos, alterando sus márgenes y reduciendo su capacidad de almacenar y conducir el agua de manera natural, modificando la red hídrica natural.

Esa red hídrica es acelerada por canales legales y clandestinos con el fin de evacuar el exceso de agua de los campos y permitir la siembra temprana o evitar pérdidas. Muchos son canales clandestinos, pero incluso los legales a menudo no se planifican en el marco de una cuenca hídrica integral.

Los drenajes actúan como "toboganes", trasladando el problema aguas abajo. Lo que alivia un campo, inunda otro o un pueblo. Asimismo, aceleran el escurrimiento, con la que el agua llega a los cursos principales, superando la capacidad de los ríos y arroyos para desaguar, provocando desbordes masivos.

La insuficiente o nula planificación hídrica que contemple la totalidad de las cuencas (desde la naciente hasta la desembocadura) agrava el problema. Las decisiones unilaterales de productores o municipios individuales tienen consecuencias en toda la cadena hídrica.

 

3. todo conlleva a una sumatoria de consecuencias socioeconómicas y ambientales. Hay que considerar millones de hectáreas inundadas que resultan en pérdidas de cosechas, mortandad de ganado y daños a la infraestructura rural (caminos, puentes). Esto impacta directamente en la economía local y nacional.

A su vez el profundo impacto social con poblaciones que quedan aisladas o bajo el agua, obligando a evacuaciones y generando problemas sanitarios. La calidad de vida de los habitantes se ve seriamente afectada.

Por último, la degradación ambiental entra en escena a causa de que la erosión del suelo se incrementa, la calidad del agua se ve comprometida por el arrastre de agroquímicos, y la pérdida de biodiversidad continúa al desaparecer los hábitats naturales.

 

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