Leer motoriza nuestro cerebro

21/11/2025 - En la lectura se reproducen acciones cerebrales como en la vida real. Esto también puede mejorarnos como personas, tales como el desarrollo empático.
La escritura reestructura la experiencia, sostenía el educador estadounidense Walter Ong para referirse a la ruptura con la oralidad. Así se crea una conciencia abstracta, lineal y analítica, reforzando el poder de argumentación.
Recientemente, Raymond Mar, doctor en psicología de la Universidad de York, Canadá, expuso que “leer es una gran manera de expandir nuestro horizonte de experiencias”. Para él, al leer la historia de un personaje, es casi vivirla, tal como lo demuestran los estudios sobre la actividad cerebral.
Para continuar, hay que recaer en la diferenciación entre cerebro y mente. El científico observó que una de las reacciones de la lectura es crear fotos en la mente, al leer, “la mente crea o recuerda objetos que se asemejan a la descripción”. Han determinado que "aparentemente hay similitudes en la forma en que el cerebro reacciona a leer sobre algo y experimentarlo"; de forma que las áreas del cerebro que se activan son las mismas a las que utilizamos para llevar a cabo esa misma acción.
Si leemos acerca de una actividad o movimiento, “las regiones motoras en el cerebro que se activan cuando leemos en silencio una palabra de acción, están muy cerca de las regiones que se activan cuando se lleva a cabo el movimiento", señalo desde Francia la investigadora en Neurociencia Cognitiva, Véronique Boulenger. En cierta forma, “el cerebro simula la acción que lee”, de forma que al leer una acción como patear, caminar o correr, el cerebro activará la región motora.
El movimiento se analizó "en un estudio al que pedimos a los participantes que simultáneamente lean los verbos de acción en una pantalla y tomen un objeto. Descubrimos que la concreción de los movimientos eran más lentos que llevarlos a cabo sin estar leyendo". Ello se explica porque, al utilizar los mismos recursos cerebrales, se produce una “interferencia o competición”.
De la misma manera, en imágenes por resonancia magnética funcional que rastrea la actividad cerebral en tiempo real, se observó que se activaron las mismas regiones motoras en la lectura que en la acción; se pudo comprobar que frases relacionadas con piernas provocaron la activación motora de una zona cerebral que representa la utilización de la pierna, y así con otros movimientos.
Si al leer se producen esos diálogos con el cerebro, se preguntaron sobre la posibilidad de mejorar nuestro entendimiento con las personas en la vida real. Mar explicó que “esto puede significar que podríamos aprender algo o mejorar nuestra capacidad para entender a otras personas si frecuentemente leemos y nos involucramos en historias y personajes dentro de ellas". "Por ejemplo, puede que nunca sepamos cómo es como vivir como una persona con discapacidad", "pero podríamos acercarnos a entender esa experiencia si leemos un relato muy bien escrito que nos pone en el lugar de la persona que lo está viviendo", concluyó.
Mejor el papel
Leer en papel ofrece ventajas cognitivas significativas en comparación con la lectura digital, ya que favorece una comprensión más profunda, una mejor retención de la información y una mayor concentración. El tacto del papel, la percepción física de las páginas y la ausencia de distracciones digitales activan redes neuronales asociadas a la memoria espacial y la atención sostenida, lo que facilita la construcción de un "mapa mental" del texto. Estudios como los de la Universidad de Stavanger (Noruega) han demostrado que, especialmente con textos complejos o largos, la lectura en papel mejora la comprensión lectora y la capacidad de recordar detalles, convirtiéndola en una herramienta especialmente valiosa para el aprendizaje significativo y el desarrollo cognitivo a largo plazo.


