Perinatal sostiene la concientización

Perinatal sostiene la concientización

14/10/2023 - Más allá de la lactancia, el área que funciona en el Capredoni trata de contener a las familias desde la concepción hasta el primer año de vida. Trabajan junto a otras tantas áreas como pueden o demande cada situación. Uno de los reclamos a la sociedad es la necesidad de sostener el amamantamiento al volver al trabajo.

El área de Lactancia Materna originalmente se creó como un lactario, actualmente ha ido transformando hasta convertirse en el área Perinatal, un ámbito mucho más abarcativo. La misma está conformada por las psicólogas Agustina Maineri, Cecilia Zabatoni y Camila Cestona, más la nutricionista Inés Bergonzelli, la puericultora Camila Presa, la obstetra Victoria Berardi.

Bergonzelli explica que al principio “era un espacio -que lo sigue siendo- para que las mamás que trabajan en el hospital puedan venir a sacarse leche o a amamantar. Luego fuimos ampliando los objetivos y armamos el área perinatal, que abarca desde la concepción, ocurra lo que ocurra con la misma, sea una pérdida o una interrupción del embarazo. Hay un acompañamiento con talleres y profesionales hasta el nacimiento donde comienza lo que es más fuerte en nosotros que es la lactancia en un acompañamiento hasta el año del nacido. En el proceso se van articulando con otras áreas, como pueden ser las terapistas ocupacionales”.

La nutricionista explica cómo se da la articulación entre los distintos componentes del sistema de salud, los programas que existen, como también los y las profesionales involucrados. Así, “cuando surge un caso que requiere una atención y un abordaje más específico se hace articulando todas las áreas que sean necesarias, desde el CRIB, pediatría, estimulación (SEAT), niñez o las que se necesiten”.

La atención se centra desde la concepción hasta el primer año de vida, “si es que todo cursa bien, allí se hace una evaluación, y si vemos que todavía hay temas a seguir tratando, sea motora, alimentaria o de desarrollo, no se cierra”.

En el espacio, “toda la participación del público es voluntaria, inclusive la lactancia. Si una mamá decide no dar la teta, se la acompaña igual en la forma en que elija alimentar a su bebé”, precisa la nutricionista.

Presa establece que “se hace desde el primer contacto con una embarazada el Registro Único que incluye a las localidades, que es una simple planilla que completa con los datos básicos para después contactarlas, invitarlas a las reuniones, Cecilia les hace una Entrevista Perinatal, todo como para ir pesquisando datos e ir viendo cómo acompañar cada caso”. Para conocer la existencia de un embarazo se requiere “de la información de los CAPs o de las personas que vienen al hospital”, explica Bergonzelli. Agrega que “al descubrir una embarazada la contactamos y la invitamos a formar parte y les contamos qué hacemos y quiénes somos”.

 

Aunque existen orientaciones sobre el embarazo -que se realizan en la Sociedad Italiana- coinciden en que la mayor demanda de consultas se concentra en “las familias en situación de lactancia inicial frente a alguna dificultad lógica y esperable, tal como la prendida -que el bebé no se pueda prender bien a la teta-, alguna mastitis, muchas consultas respecto al destete. También existen las consultas nutricionales acerca de la alimentación complementaria a partir de los seis meses de vida”. Bergonzelli también contempla que pueden existir “consultas previas cuando se detecta alguna cuestión vinculada a lo nutricional, tal como una hipertensión, diabetes gestacional, un caso de mucho aumento de peso, también es considerado”.

Tanto el embarazo como el primer año de vida del bebé es sumamente importante para el futuro de esa persona. “Desde lo preventivo lo primero es informar acerca de los beneficios de la lactancia materna, no es lo mismo que sea alimentado con una leche de fórmula. Después la mamá decidirá. También vemos que pueden aparecer problemas de salud inicial en la que hay mucha mayor atención en el embarazo y evitar cuestiones que aparezcan en los niños”.

En cuanto a los mencionados beneficios, la puericultora es la que “hay que incluir a toda la familia, porque es muy importante el apoyo y el contexto para una mamá que da la teta, sea la pareja, abuelas, familia o trabajo. Lo que genera inicialmente es una inmunidad, son defensas que se pasa a través de la teta, como también las cuestiones vinculares”, establece. Complementa la nutricionista que “el recién nacido toma la teta que quiere, autorregula la demanda de alimentos, y que evita cuestiones alimenticias de adulto previniendo la obesidad o la diabetes. Hay muchos beneficios para el niño y la madre, a quien se le favorece la recuperación posterior al parto, puede tener impactos preventivos frente al cáncer. Todo esto se sabe, pero no está tan informado”.

 

Otro aspecto, más social “es la vuelta de la mamá al trabajo, no siempre te van a acompañar con las licencias, aun cuando tengas un trabajo en blanco. Las licencias deberían ser más extensas”, expone Bergonzelli. Allí hay que considerar el impacto en las familias y en el bebé. Explican que “ahí debe comenzar el proceso de almacenamiento de leche. Nosotros contamos con sacaleche para que puedan guardarla y el bebé pueda ser alimentado en su ausencia, con su propia leche. También hay que concientizar acerca de las posibilidades para que la mamá se pueda sacar leche en el trabajo o pueda recibir al bebé para alimentarlo o salir a hacerlo. Aquí generalmente vemos la reducción de la lactancia, aunque no siempre termina, sino que aparece la lactancia mixta, agregando fórmula”.

Al observar el rol de los hombres durante todo el proceso, Presa señala “el rol social, ya no individual, en todo esto. Hay un posicionamiento del hombre que está cambiando en esto de paternar, con un rol más activo, también con la extensión a la familia. Se va notando una participación mayor en el acompañamiento. Esto se ve en cuestiones simples en el que el papá está presente, desde informarse, estar en la toma de decisiones, en el sostén en el momento del parto”.

También destaca Presa que “estamos realizando encuentros quincenales acerca del embarazo para conocer el proceso del nacimiento, es una información distinta, es necesario acceder a esa información en el que las mujeres pueden tener miedo a parir. Hoy hay muchas cesáreas, y con información podemos ir despejando esos miedos; el parto vaginal es lo mejor para el cuerpo y el bebé”.

En el espacio subrayan que el objetivo que tienen es “abordar todo lo que refiera al embarazo, parto, puerperio y primeros tiempos del niño y niña, desde una perspectiva de derechos”. Presa incluye que “a nivel institucional hay muchas intervenciones, por lo que queremos informar sobre todo lo que sucede para que la mujer pueda definir qué es lo que no prefiere, que tenga una especie de plan de parto, porque no es lo mismo parir que hacerse una intervención quirúrgica”.

Al momento de considerar el miedo observa algo mucho más generacional, “hace años una cesárea era una cuestión casi de emergencia en la que la decisión era absoluta del médico. Ahora hay miedo a no sufrir, a no saber qué va a pasar. Por eso hay que hablar sobre esos miedos, informarse e intentar tener otros caminos”, expresa Presa.

Bergonzelli insiste en que “nuestro rol es informar, después decidirán qué hacer. Por ejemplo, un nacimiento vaginal te protege a futuro. También, ante la decisión de no dar la teta, pueden sentirse observadas por nosotras, y no es así, también vamos a acompañar en el proceso. Debemos respetar su decisión”.

 

Por último, cabe la recepción de estas prácticas en el ámbito laboral y privado. El lema de la campaña del año fue Amamantar y Trabajar, cuando no existe normalidad en la generación de un espacio para promocionar la lactancia materna en ámbitos laborales. Expresan la necesidad de gestionar los mismos, desde un simple baño en condiciones higiénicas a otros más acogedores.

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