Récord, sinónimo de buen vestir

09/08/2025 - La tradicional tienda de Mazzucco lleva ochenta años comercializando vestimentas para los bolivarenses. Fue fundada por una sociedad en la que la familia siempre estuvo presente, hasta que Diego y su hijo terminaron como únicos responsables.
Diego Luis Mazzucco es la cara visible de Récord, la legendaria tienda de ropa, y fue quien nos contó esta rica historia de casi 80 años de actividad comercial. “El negocio, tiene entre 70 y 80 años, no recuerdo exacto y nació, según las palabras de un sastre que trabajó con nosotros, en la Avenida San Martín, en un local contiguo a donde está hoy Joyería Rosendo”, estableció el comerciante.

Luego de ese lugar, y de acuerdo al relato de la madre de Diego, cuando nace su hermana (año 1948), su padre ya era socio del comercio y se encontraba en la tradicional esquina de avenida San Martín y calle Las Heras. Al principio, había tres socios y cuando uno de ellos deja la sociedad, se incorpora uno nuevo de apellido Pisano. “Mi padre, se suma cuando deja el lugar Pisano, ya estando el comercio en la esquina de San Martín”, recordó Diego.
En los principios del año 2000, llegó la empresa Red Megatone a la ciudad y se le alquiló el local grande, que era propiedad de Mazzucco, pasando la tienda de ropa a un lugar más pequeño que se encuentra al lado de la esquina, sobre calle Las Heras. “Hoy, en ese local, está Naldo y lo que pasó es que cuando dividimos, luego del fallecimiento de mi madre, le tocó esa parte a mi hermana”.
El negocio de venta de ropa, siempre se llamó “Récord” y como recuerdo, el cartel mítico de la marca que estaba ubicado en la esquina, “lo coloqué es este local”, expresó Diego.
Con el pasar de los años, deja de existir la sociedad, cuando el padre de Diego se desprende de una parte de otro negocio y decide quedarse con Récord. “Mi padre, le vendió a Losardo su parte de Los Mil Saldos porque también era socio y, con ese dinero, compró las partes de los otros dos socios de Récord para quedarse con el ciento por ciento del negocio”.
“Récord”, siempre se dedicó a la venta de ropa, adaptándose a los cambios propios de las épocas: “antes se vendía mucho lo que eran camisas, sacos y pantalones de vestir, algo que ahora se ha dejado de lado porque el alquiler fue ocupando ese lugar, que antes era la compra de la prenda. Hoy, la tendencia cambió y es casi toda ropa sport. Lo que más sale es el pantalón, que le dicen chino, que es el reemplazo del pantalón de vestir”.
En cuanto a las marcas, los caballitos de batalla de “Récord” son Mistral y Tavernitti. “También, trabajamos una tercera marca, que se fabrica en Necochea, que hace prendas de puntos, como cárdigan de hilo, lana, etc. La vieja usanza del sastre quedó en el olvido hace mucho tiempo. Nosotros, trabajábamos con Neyra, que además de ser socio, era el que hacia los trajes y cuando fallece, se suma en ese rol, un hombre de apellido Herrera, que venía de la casa de ropa Ñiaró, que había cerrado y fue nuestro sastre hasta que falleció”, recordó.
Diego, estuvo desde muy chico vinculado con el negocio y empezó a involucrarse desde el lado laboral cuando era muy joven. “En 1973 falleció mi padre, regresé a Bolívar y empecé a trabajar en Los Mil Saldos cuando tenía 23 años. Ya para 1979, arranqué en Récord, primero con un socio y luego, quedé solo”.
En cuanto al rubro, Diego expresó que “es bárbaro porque nací y me crie acá y es lo que me gusta. Cuando falleció mi padre, tuve la oportunidad de seguir estudiando en La Plata y trabajar. Probé tres meses y me quedé acá para siempre. Tengo la suerte que me gusta lo que hago, esta propiedad es mía y, desde hace unos años, también se sumó mi hijo Diego. Cuando se vino de Buenos Aires, donde estudiaba y trabajaba, decidió dedicarse a toda la parte administrativa del negocio y me liberó de todo eso que no me gustaba mucho para dedicarme a la atención al público que sí es lo que disfruto”.

Si bien se mantiene una clientela después de tantos años con el negocio, algunas cosas han cambiado desde la óptica de Diego, “antes no había compras por internet, combis a Buenos Aires y había que comprar acá y eso se empezó a notar porque antes, el padre compraba para el hijo y éste seguía comprando; pero ahora ya no es tan así. Además, en Bolívar, hay una oferta de ropa muy grande donde están los comercios con todas la de la ley; otros comercios con ropa inferior en cuanto a precios, que hoy es día es clave; y los que no tienen nada y venden desde sus casas. Todas estas cosas hacen que sea compleja la situación. Al no tener que pagar un alquiler, ni empleados, me permite seguir adelante, más los clientes que conocen el negocio y saben lo que se llevan. El tema de las marcas también es clave porque hace muchos años que trabajamos con las mismas”. Y por sobre todas las cosas, “se nota mucho la situación económica, en lo que tiene que ver la caída de ventas”, remarcó.
El nombre del negocio y su ubicación, que prácticamente es muy conocida al estar en un sitio tan tradicional y ser el corazón de la ciudad, ha hecho que la casa de ropa sea una marca registrada de la ciudad. Aunque Diego reconoció que “para la gente más grande sigue siendo Récord y la gente de edad media, lo identifica como Mistral, aunque nunca cambió su nombre de origen”.
Sobre si hay alguna época donde se notan más ventas, Diego respondió que “hay dos momentos que son claves: semana del Día del Padre y la semana de Navidad. Son dos épocas que sí o sí se vende, se nota que es menos a años anteriores, si tomamos como referencia el último año; pero siempre se vende más que en otros momentos del año. Después, se puede dar que, si viene mucho frío o, por el contrario, mucho calor, aumenta un poco la venta por esas circunstancias. Los meses intermedios son muy tranquilos”.
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