La miel más clara

La miel más clara

20/05/2024 - La familia de Víctor Levato, Sabrina Torres y Juan Ignacio Levato, lograron el mayor reconocimiento en un concurso a nivel Mercosur en la categoría “mieles claras”. Los apicultores ahora se vuelcan a la comercialización fraccionada, para lo cual gestionan los trámites pertinentes.

Víctor Levato, su mujer Sabrina Torres y su hijo Juan Ignacio, llevan adelante un emprendimiento relacionado con la apicultura desde hace unos años, en forma independiente y bien familiar. Este año, decidieron participar en el 24º Certamen Internacional de Mieles Multiflorales, obteniendo el premio en “mieles claras. El concurso, estuvo enmarcado en la 27º edición de la Fiesta Nacional de Apicultura y Expo Apícola del Mercosur, que se realizó en la ciudad de Maciá, Entre Ríos, el pasado mes de marzo.

Esta fue la primera vez que la familia Levato participó en un concurso y puso a consideración la miel que producen en la ciudad de Bolívar. “El año pasado, me había enterado del concurso; pero no mandé muestras. Este año, les dije a mi familia de participar en el certamen y tuvimos la suerte de sacar el primer premio en lo que son mieles claras”, expresó Víctor.

Todas las muestras enviadas para ser parte del concurso, fueron llevadas a un laboratorio de Maciá, donde les hicieron un análisis para sacar el color por categoría: mieles claras, mieles intermedias y mieles oscuras. Así fue que la familia de apicultores de Bolívar se quedó con el primer premio de mieles claras. El certamen forma parte de “Expo Maciá”, que es una de las exposiciones más grande que se realiza en Entre Ríos y abarca el Mercosur, por lo que también participaron apicultores de Uruguay, Paraguay, Bolivia y Brasil. En la categoría en que participaron, hubo 60 participantes; en color intermedio fueron 73 participantes y en oscuras, otros tantos.

Al estar en una red de comunicación de un Foro Apícola, Víctor se enteró del concurso porque ahí se sube toda la información y luego de comunicarle a la familia, decidieron participar, a pesar del costo elevado que tiene mandar las muestras. “Nosotros tuvimos que mandarlas a Buenos Aires, luego a Paraná y tiene un valor elevado, aunque después, el concurso es gratis”, explicó.

En cuanto al premio, Sabrina contó que se trató de una “mención y el reconocimiento al trabajo y a la calidad de nuestra miel”. Mirando hacia adelante, el premio puede abrir puertas ya que la idea de la familia es empezar a vender miel fraccionada, por lo cual, ya mantuvieron reuniones con el área de Producción y el Ministerio de Asuntos Agrarios para poder comenzar con la venta de miel envasada. “Ya teniendo el permiso y la habilitación correspondiente, podemos vender en la provincia de Buenos Aires”, destacó Sabrina.

Víctor hace bastante que se dedica a la actividad apícola. Estuvo trabajando con gente que tenía colmenares, después dejó por otro trabajo y volvió nuevamente con otro apicultor. “Ahora ya hace siete años que trabajo con mi familia” y aclaró, a modo de definición, que “nosotros somos criadores de abejas, el resto lo hacen ellas”.    

La familia se encarga de hacer todo el trabajo: “vamos al campo, extractamos y hacemos de todo. Sabrina no hace tanto las tareas pesadas; pero los tres tratamos de ayudarnos y aprender, consultar algunas dudas con gente que tiene más experiencia, siempre buscamos hacer todo lo mejor que podamos”.

La mujer de Víctor y madre de Juani, se sumó al emprendimiento cuando su marido decidió comprar unas colmenas. “Apostamos a eso, sacamos un crédito para poder arrancar, justo había cerrado la inmobiliaria, estaba en un año sabático y empecé a acompañarlo”, contó sobre su experiencia.

El crecimiento de estos último siete años es lento pero constante. “Hay que invertir, los costos este año se han ido para arriba; pero de a poco, vamos creciendo o por lo menos, manteniendo lo que tenemos”.

Si bien los meses de mayor trabajo para los apicultores son los del verano, hay actividad todo el año y es fundamental hacer todo lo mejor posible para que la campaña de cosecha sea óptima. “Ahora estamos fundiendo cera, armando material, dejando alimento, porque a las abejas hay que cuidarlas y siempre hay algo que hacer durante todo el año”.

Consultado sobre por qué el color de la miel puede ser más claro u oscuro o si depende de lo que se alimenta la abeja, Víctor respondió que “tiene que ver con la floración; hay mieles claras que salen de flores de pasturas o cardos y las mieles oscuras son producto de floraciones del girasol, menta, eucaliptus, por ejemplo, en el norte hay mucho monte. Si bien sacamos el premio en mieles claras, nuestra miel es más oscura que las premiadas en segundo y tercer lugar. Se entra en un parámetro de 0 a 40 milímetros para mieles claras, hasta 70 mm para mieles intermedias y después oscuras. Y se analiza la humedad, limpieza, consistencia, perfume ya que va a catación y quizá, las mieles más claras, salen de lo que son cítricos; pero a su vez, las hace un poco más ácida”, explicó. Luego de ser analizadas las mieles en el laboratorio de Maciá, Sabrina agregó que “se mandaron a otro laboratorio para establecer de qué floración específica son las mieles, porque son multiflorales, y no sabemos dónde fue exactamente la abeja; pero sí lo vamos a saber con el tiempo, dentro de un mes o un mes y medio”.

Sobre si notaron un cambio en la floración que haya podido incidir en el color de la miel, teniendo en cuenta el resultado del certamen, Sabrina comentó que “depende del año y de la floración, por ejemplo, en el último período vimos mieles más claras que años anteriores”. A lo que Víctor agregó que “el año pasado salieron mieles más oscuras y este año, fueron más claras, también fue un año más seco, por eso, es que varía en el clima y en otras tantas variantes”.

Sobre el trabajo del apicultor, Víctor lo definió como “sacrificado”, a lo que agregó que “nosotros lo hacemos en forma familiar; pero hablando con otros chicos que llevan gente para trabajar se les pone complicado porque los mayores meses de trabajo son en verano, hace mucho calor, hay que andar equipado lo que eleva aún más la temperatura corporal y demás cuestiones propias del oficio”. A lo que Sabrina, en la misma línea, agregó que te “alejás del colmenar para refrescarte y tomar aire. Nosotros no tenemos vacaciones”.

Con respecto a la actualización de información sobre apicultura, “intentamos aprender todos los días, la tecnología ayuda mucho y también hay grupos donde pasan charlas y demás información. La idea es seguir aprendiendo todo el tiempo”.

Hoy, la venta que hacen es al por mayor. “Se puede vender a los acopiadores, en Bolívar tenemos una exportadora directa y si no, hay gente que se dedica a acopiar y vender a otras empresas exportadoras que hay”.

Con respecto al precio de miel, ronda entre un dólar y dos dólares, pero “los insumos se fueron tres o cuatro veces más de ese valor, por lo que el precio no está nivelado con otros insumos como el gas oíl, por ejemplo”, comparó Víctor.

También se da que la miel clara se paga más que la miel oscura, “esto depende de la exportación o si buscan más mieles claras que oscuras, según el mercado”, explicó el productor.

El futuro avizora la posibilidad de fraccionar la miel. “Mandamos todos los papeles para pasar a ser PUPAAs con productos artesanales y de bajo riesgo sanitario”; obteniendo la habilitación, podrán vender en toda la provincia de Buenos Aires.

Sabrina agregó que “presentamos las etiquetas y los envases, se va a llamar Mieles Multisoldi y estamos a la espera que nos llegue la habilitación para empezar”. Para ir ganando tiempo, “Juani ya empezó a trabajar en la difusión, a través de las redes y, además, estuvo a cargo del logo del producto”.

Para lograr la sala de fraccionamiento deben hacer una división porque sólo se puede envasar en cocina con ciertos requerimientos, teniendo en cuenta los vapores, porque la miel absorbe la humedad. “Cuando esté habilitada la sala donde también hago la extracción, podré hacer todo en el mismo lugar”.

Juani, el más pequeño de la familia, también da una mano en el proyecto. “Desde chiquito que los acompaño, me gusta todo lo que es esta actividad a pesar del sacrificio que hay que hacer”, sostuvo.

El logo fue diagramado por él mismo, mirando algunos videos para interiorizarse sobre diagramación. “El logo ya quedó definido para ser parte de la etiqueta”. Víctor destacó que “todo se manda al Ministerio de Asuntos Agrarios, al área de legales, para que den el visto bueno porque, por ejemplo, hay palabras que no se pueden poner como miel de abejas, porque si es miel es de abejas, no puede haber dos mismos logos iguales, etc.”    

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